Ella podía ver el futuro; ella debía velar por las premoniciones en
la antigua Fenicia. Ella era el oráculo más longevo que la ciudad había
tenido; conducía los ritos de la fertilidad y debía permanecer virgen
para mantener su don. Hasta que el deseo pudo más, hasta que la
sensualidad que estaba acostumbrada a ver se adueñóde ella y la
maldijo. Nair, desde muy niña, se revelócomo un oráculo de
los más poderosos. En Fenicia la veneran como a un ser divino. Ella, sin
embargo, con veintiocho años, se siente presa de una virginidad que le
es impuesta. Fantasea con el semidiós que la cuida y la protege: su
guardián. Sin embargo, al verlo durante el rito de la fertilidad, un
rapto se apodera de ella, que abandona todo recato y rompe el virginal
juramento, lo que la condena a una eternidad de olvido y de incapacidad
de amar. Lo pierde todo. Incluso a quien más quiere. Asíencontramos a Nair en nuestros días, imposibilitada de sentir placer,
aburrida después de miles de años sin haber envejecido. Pero los dioses
aún le tienen preparada unaúltima prueba: recordar, volver a sufrir y
verse envuelta en una guerra entre los panteones fenicios y griegos que
se disputan al antiguo oráculo que ella fue. Dioses voluptuosos
que desean aquello que se les niega; dioses déspotas e irascibles;
dioses de la venganza; dioses del inframundo; dioses caprichosos: todos
buscan el poder del oráculo ciego, aquella mujer que vaga por los
tiempos, aquella que ha desafiado los designios, aquella que se atrevióa
querer a un hombre. E. R. Dark nos trae una novela atrapante,
llena de aventuras y peripecias, llena de alianzas y guerras; una novela
en donde el erotismo es la regla de aquellos que están más alláde los
humanos.
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